Paisajes naturales primordiales, mar claro, animales raros y una historia antigua, el Parque Nacional de Asinara es un lugar con un encanto atemporal; 110 km de costas, ensenadas, arena suave y calas celestiales. Una isla donde domina la belleza de la naturaleza.
Asinara es parte del territorio de Porto Torres, en el extremo norte de Cerdeña, entre el Mar de Córcega y el Mar de Cerdeña, un concentrado de belleza natural, paisaje y evidencia histórica para descubrir.
Ya en la prehistoria, el hombre desembarcó en la isla como lo demuestran los Domus de Janas de Campu Perdu, pero también llegaron los romanos, cuyos barcos se encontraron en las profundidades del mar circundante. Castellaccio y las ruinas del monasterio camaldulense de Sant'Andrea permanecen desde la época medieval. En 1885 se convirtió en un hospital y una colonia agrícola penal que durante la Primera Guerra Mundial acogió a los prisioneros de guerra austrohúngaros. Desde los años 70 hasta principios de los 90, se convirtió en la isla de la prisión para todos, donde los prisioneros también fueron encarcelados a 41 bis. Una intensa historia que ha conservado su increíble belleza.
En 1997 se estableció el Parque Nacional Asinara y en 2002 el Área Marina Protegida, un parque con una flora y fauna muy rica, 678 especies, de las cuales 616 espontáneas, las primeras, y 80 especies de animales que se reproducen allí. No solo el burro albino, con una bata blanca y ojos azules, que se ha convertido en el símbolo de la isla, sino también el muflón, la perdiz y el jabalí de Cerdeña.
Hay muchas formas de explorar este paraíso: una excursión en todoterreno de 8 plazas, por ejemplo, es la forma ideal de visitar gran parte de la isla y descubrir las vistas más hermosas gracias a la experiencia de los Guías Exclusivos del Parque Nacional.
Otra forma de explorar la isla es a través de rutas de senderismo temáticas de diferente duración: el Sentiero del Granito (Sendero del Granito) es un recorrido de unas cinco horas que parte de Fornelli. Durante esta ruta, el protagonista es el granito. Entre el maquis mediterráneo y el mar, encontrará tres canteras y herramientas de trabajo utilizadas durante el proceso de extracción, que ahora se han convertido en testimonios de arqueología industrial.
Durante el verano, una excursión en catamarán, velero o embarcación auxiliar permite vivir la isla de una forma especial, proporcionando momentos inolvidables. Gracias a las numerosas paradas para bañarse, durante las cuales también es posible practicar snorkel, disfrutará de un mar cristalino y, una vez en tierra, podrá admirar la isla en toda su belleza salvaje.